lunes, 16 de mayo de 2011

TEOGONÍA DE HESÍODO VS GÉNESIS CRISTIANO (Antiguo Testamento)

En el presente trabajo se abordarán las diferencias entre la cosmogonía hesiódica y el génesis según la religión cristiana, con el fin de observar las explicaciones que se han escrito sobre la creación del mundo.
Partiendo desde el Libro del Antiguo y del Nuevo Testamento (Biblia) la creación del mundo y de la naturaleza, parte de un ser supremo y todo poderoso que recibe el nombre de Dios, quien creó los Cielos y la Tierra y todo lo que habita en ella en un total de seis días.
La Biblia (del griego τα βιβλία, ta biblía, ‘los libros’) es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La canonicidad de cada libro varía dependiendo de la tradición adoptada. Según las religiones judía y cristiana, «transmite la palabra de Dios».
En el primer día se establece la creación de nuestro mundo el cual “estaba sin forma y vacía y yacían tinieblas”, es decir que se hallaba oscuro. Y por ende, Dios creó la luz y llamó a la luz: Día y a las tinieblas: Noche.
En el segundo día procuró que existiese una expansión en medio de las aguas, la cual llamó Cielos, mientras que en el tercer día quiso que apareciese en las aguas (denominadas Mares), que se encontraban debajo de los cielos, algo secó que denominó Tierra.
El día tercero hizo que la Tierra produzca hierba, planta que de simiente (semilla), un árbol que produzca frutos según género y que cuya simiente esté en él.
El día cuarto creó lumbreras (cuerpos que expanden luz) en la expansión de los cielos, y por lo tanto separó el día y la noche, creando a su vez las estaciones, los años y los días.
Hizo dos grandes lumbreras: una mayor para regir el día (Sol) y otra menor para regir la noche (Luna) y también creó las estrellas. A estas tres últimas creaciones la ubicó en la expansión de los cielos.
Las almas vivientes (monstruos marinos y aves) las creo en el día quinto, pero también, el día sexto, creó otras almas vivientes que se diferenciaran según el género, como bestias, reptiles y fieras.
A su vez, creó al hombre (varón y hembra), que fue diseñado a su imagen y semejanza, capaces de dominar todos los animales.
A todas las almas vivientes le dio el poder de ser fecundos con el fin de multiplicarse.
Para que estas almas vivientes pudiesen alimentarse hizo que los árboles dieran frutos y para que los animales también pudiesen, les dio toda planta verde.
En contraposición al génesis propuesto en la Biblia, observaremos la creación del mundo desde una explicación de tipo mitológica. La Teogonía (del griego Θεογονία: Theogonía, literalmente Origen de los dioses) es una obra poética escrita por Hesíodo. Contiene una versión del origen del cosmos y el linaje de los dioses de la mitología griega, y es una de las obras claves de la épica grecolatina.
En ella se efectúa una recopilación de la mitología griega, hasta entonces propagada por medios orales, aunque su autor no era sacerdote. Escrita en primera persona, refleja el afán de Hesíodo por «pensar» en el mundo según categorías esenciales.
Para Hesíodo el mundo se inicia a partir del Caos (Aire), y luego surge Gea, que sería lo que denominamos como Tierra. De Caos surge el día y la noche: “De Caos nacieron Erebo y la negra Noche; de la Noche, a su vez, nacieron Éter y el Día, a los que concibió y dio a luz, tras unirse en amor con Erebo”
Y a su vez, el Cielo: “Gea (la Tierra) primeramente engendró, igual a sí misma, a Urano brillante para que la cubriera en derredor por todas partes y fuera un asiento seguro para los dioses felices por siempre”, el Mar (Ponto) , que junto con Urano crearon a el Océano.
En síntesis, antes que nada estuvo Caos, se presume era algo informe, incoloro, difícil de describir e imaginar, no era un Dios; de Caos nació Nix (la noche), se señala que Erebo y Eros, (representando el amor), luego nace Gea (la tierra) y de Gea nace Urano (el cielo). Urano iba cada noche a cubrir a Gea y de ellos nace la primera generación divina, ellos fueron doce y se les denominaban titanes: Océano, Crío, Hiperión, Jápeto, Ceo, Crono (titanes hombres), Tetis, Tea, Temis, Mnemósine, Febe y Rea (titánides hembras). Luego Urano y Gea tienen dos generaciones más de hijos, pero resultaron ser monstruos, primero los Cíclopes (tenían un solo ojo): Brontes, Estéropes y Arges. Y los Hecatónquiros (tenían cien brazos y cincuenta cabezas): Coto, Briareo, Giges.
La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.
En las dos génesis mencionadas, podemos observar cómo el hombre intenta dar explicación o buscar el principio de todas las cosas que desconoce.
Se han intentado hacer innumerables lecturas de los capítulos del Génesis: entre ellas está la Kabbalah hebrea, la interpretación histórica, la alegórica (incluyendo una alegoría a la evolución del Universo (teoría del Big Bang) y la teoría de Darwin (teoría de la Evolución), interpretaciones sacerdotales y místicas, y así la lista se extiende indefinidamente.